Humberto Rivas
En el marco del prestigioso Festival de la Luz, la sala Cronopios contó con una de las muestras fotográficas más importantes del año. En conjunto con la Embajada de España, el Gobierno de España a través de AC/E , Acción Cultural Española y el Institut Ramón Llull de Cataluña, el Centro Cultural Recoleta tiene el agrado de invitar a la muestra antológica dedicada al gran fotógrafo argentino Humberto Rivas.
Su cámara retrató a grandes personalidades de la cultura argentina. Desde un inicio apostó por la creatividad considerando la fotografía como arte, desmarcándose del documentalismo. Su pasión por la fotografía fue acompañada por su entusiasmo por el cine, sobre todo por el director Ingmar Bergman, cuyo iluminador Sven Nykvist ejerció gran influencia sobre él.
Rivas tuvo dos temas principales en su trabajo, el retrato y el paisaje. En toda su obra tanto escenarios urbanos como lugares apartados, interiores y objetos, muestra una especial textura lumínica condensada en profusión de matices de grises y negros. Los espacios, ya sea exteriores o puertas adentro, aparecen depurados de todo dato anecdótico y no cuentan con presencia humana alguna. Entiende el retrato como una pugna entre el fotógrafo y el modelo, en
la que el artista debe, a como dé lugar, captar su personalidad interior, venciendo por medios técnicos y expresivos, la imagen convencional del retratado.
La filósofa Nelly Schnaith en su texto titulado “La luz en la sombra” dice: Una búsqueda clave en la obra de Rivas es el intento de dar a ver en los seres y las cosas el aura del tiempo consumido, transcurrido, exhibido en su desgaste. Pero ni el tiempo ni el olvido tienen imagen, sólo pueden mostrarse en el presente desertado de lo que fue o en la alucinación anticipatoria de lo que será.
Cuando el curso del tiempo asoma en la instantaneidad del presente, Rivas sabe verlo y mostrarlo. Sabe mostrar la diferente genealogía de las huellas, si en esos escenarios abandonados se trata del recuerdo del amor o la violencia o simplemente de la indiferencia y el abandono.
La muestra cuenta más de 160 obras, casi en su totalidad propiedad de la Colección del Archivo Humberto Rivas de Barcelona, legado familiar del artista.
La curaduría está a cargo de Adriana Lauria quien afirma que la extensa galería de retratos, género en el que Rivas encontró su propia voz para la creación fotográfica, exuda presencia vital, carnalidad, personalidad, individuación, en suma, el universo particular e irrepetible que cada retratado genera e irradia, captado por el artista desde una distanciada y, a la vez, implacable perspectiva. A propósito de esta muestra sostiene que esta ocasión jubilosa permite valorar más de un centenar de fotografías –paisajes urbanos, retratos, interiores y bodegones– de este compatriota que habiéndose desarrollado en
Buenos Aires emigró a Barcelona en los convulsionados años 70.
Gracias al esfuerzo mancomunado del Archivo Humberto Rivas –custodio familiar del acervo del artista– que envía desde su sede barcelonesa piezas nunca expuestas en estas latitudes, y del Centro Cultural Recoleta que hace posible la concreción de este proyecto en la sala Cronopios, una de las más notables de nuestra ciudad, se presenta la exhibición más comprensiva hasta el momento de este creador, reconocido y consagrado en España, aún admirado y apreciado aquí solo por un limitado núcleo de entendidos. Es hora de que su obra se encuentre con el gran público de su país.